Génesis 12:1-3
"Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré (V. 1)."
Dios nunca falla y trasciende el tiempo y espacio ahora mismo. Él cumple su plan y envía los ángeles para cumplir su voluntad (Salmos 103:20-22). Dios derrama las bendiciones del trono celestial a las personas que conocen la verdad espiritual y que se concentran en Dios. ¿Cómo podemos comenzar dentro de la bendición de "sólo", "lo único" y "la re-creación"?
1. El proceso de "lo único" que viene de "sólo".
El día de hoy, ¿estoy conectado con Dios? Tenemos que confirmar esta pregunta y ver si hemos preparado el recipiente para recibir la bendición del trono celestial que Dios desea darnos. También tenemos que confirmar si en ese recipiente hay otra cosa. Sea quien sea, puede encontrarse con Dios solamente a través de Cristo y puede liberarse de las enfermedades en el fondo del corazón, de la vida arruinada y del trasfondo familiar impotente. De esta manera, podemos ver lo que Dios nos da solamente a cada uno de nosotros.
2. La respuesta de "la re-creación" que salva a los campos.
Jesucristo es la única solución. Sin embargo, las personas tienen distinto carácter, trasfondo familiar, nivel educativo, estilo de vida etc. Por eso, es obvio que las formas de recibir la respuesta sean diferentes. Es cierto que existen la misión y el plan que Dios nos da a cada uno de nosotros. Las circunstancias, el estado en el que estamos, las personas con las que nos encontramos y todos los acontecimientos que pasan, son el proceso de cumplir el plan de Dios. Por lo tanto, tenemos que recordar que hemos sido llamados como los embajadores espirituales que testifican que solamente Jesucristo es la única solución de todos los problemas en el mundo.
Oración del evangelista, discípulo, obrero y misionero:
Señor te damos las gracias porque estas en y junto con Nosotros. te pedimos la gracia para que podamos buscar lo que es nuestro que nos has dado. Que hoy nos preparemos para ser el recipiente espiritual que sólo contenga tu palabra. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.