Números 16:25-35
"Mas si Jehová hiciere algo nuevo, y la tierra abriere su boca y los tragare con todas sus cosas, y descendieren vivos al Seol, entonces conoceréis que estos hombres irritaron a Jehová. Y aconteció que cuando cesó él de hablar todas estas palabras, se abrió la tierra que estaba debajo de ellos." (V.30-31)
Aunque escuchan la palabra de Dios, reaccionan dependiendo del estado espiritual que tiene cada persona. Las personas que tienen incredulidades profundas, aunque escuchen la palabra de Dios siempre se quejarán y criticarán. La fe de estas personas es fácilmente influenciada por palabras de hombres, ideologías y noticias de otras personas. Pero los que se aferran al pacto no son influenciados por esto, sino se aferran y creen en la palabra de Dios. ¿Qué diferencia hay entre las personas que se aferran al pacto y las que no?
1. Hay un plan de Dios en todas las cosas que suceden.
Ahora mismo nuestra vida puede ser como el desierto, dura y difícil de estimar. Pero las personas que tienen el misterio de la oración y la comunicación con el trono celestial buscarán el plan de Dios (Apocalipsis 8:3-5). Las personas que estaban en el desierto recibían las respuestas porque sabían el significado y la importancia de los dos incensarios puestos en el medio del tabernáculo. Finalmente, ellos pudieron pisar la tierra prometida por Dios, la tierra de Canaán.
2. Tenemos que aferrarnos al plan absoluto de Dios.
El plan de Dios es que entraran a la tierra prometida después de terminar esa vida de esclavitud y dentro de ese transcurso experimentaron el día de la Pascua y el mar rojo se dividió. Pasando por el desierto vivieron centrados al tabernáculo y el pacto fue restaurado en ellos.
El mayor deseo de Dios es que se testifique este evangelio al mundo entero. Esa vida del desierto es la oportunidad de disfrutar del evangelio y el misterio de la oración. Cuando disfrutamos de esto entonces el plan de Dios se cumplirá en nuestros campos.
Oración del evangelista, discípulo, obrero y misionero:
Dios, hoy vivimos una vida del desierto. Que podamos aferrarnos al plan absoluto de Dios y que estemos en esa línea del pacto. Oramos en el nombre de Jesucristo. Amén.